sábado, 16 de octubre de 2010

Nuestra tan querida vida...!


Lamentablemente, a lo largo del tiempo hemos demostrado que nuestra tan querida vida no es tan querida como queremos que parezca… por el contrario, muchas veces demostramos que no nos interesa en lo más mínimo.
¿Será esto cierto? ¿En realidad la vida ha pasado a un segundo plano para todos nosotros? ¿O es acaso que la despreciamos sin darnos cuenta? ¿Por qué sucede eso? ¿Cómo es que dentro de nuestra tan avanzada y moderna sociedad pueda suceder esto, siendo algo tan esencial…VALORAR LA VIDA?

Lo que pienso es que cubrimos la verdadera importancia que esta tiene para nosotros, y para ello, asolapadamente hemos creado y continuamos creando una imagen, sea cual fuere, dentro de la sociedad, y no digo que este mal porque es obvio que la gente construya una, es natural, lo que quiero tratar de decir es que esta imagen muchas veces puede llegar a funcionar algo así como una esfera de cristal, esa esfera que, siempre, nos ha escudado pero también aislado de una realidad constante, una realidad que nos persigue y atormenta, que la vida no nos interesa ni un comino.

Pero, como todos sabemos, el cristal es muy delicado y en cualquier momento puede rajarse hasta caducar. Esto sucede cuando alguien, con su prepotencia y “autoridad” nos trata de bajar, de alguna manera, para que podamos pisar tierra firme, claro que a nadie le gusta que “x” persona venga hacia nosotros y nos diga nuestras cuatro verdades en la cara, por lo tanto, ocurrido esto, inmediatamente la mayoría experimenta un cambio radical, por un momento esa madurez de la que mucho se habló, desaparece y simplemente todo su cuerpo toma una actitud distinta, la mente es invadida en primer lugar por la soberbia y autosuficiencia que la famosa esferita nos dio y de la que nos acostumbramos muy fácilmente.

Cuando nos damos cuenta de que la esferita que tanto nos “protegió” se ha roto y nos ha dejado expuestos a un mundo lleno de realidad, realidad y más realidad, lo único que atinamos a hacer es responder cualquier cosa siempre y cuando tenga ese tonito arrogante y altanero que tanto nos encanta…Ja!

Vivimos una época en la que casi todas estas particulares esferitas ya se encuentran insertadas en el “nuevo mundo” en el que estamos, es por eso que ahora, esta transición de madurez, se ha convertido de lo más normal. Y claro, ya es cuestión de los diferentes tipos de formación que hayamos recibido, la decisión… Si realmente vamos a poder lidiar con un mundo y sus diferentes realidades, afrontando todo lo que se venga por delante o ir preparando una esfera mucho más resistente que la anterior para que nos siga aislando de todo por mucho más tiempo, pero que lamentablemente tiene un pequeño detalle adicional, cuando alguien quiera rajar la nueva esfera o nosotros queramos salir por un momento, cualquier cosa ya no tendrá ningún tipo de efecto en nosotros y por lo tanto viviremos asfixiados y encerrados en las ideas que no quisimos cambiar y en los errores que no llegamos a reconocer para poder perfeccionarnos cada día más y mejor, porque en esa esta la base de la verdadera madurez, en reconocer primero todas las cualidades y defectos que uno posee como cualquier ser humano para luego basarse en algo ya establecido y poder CONSOLIDAR nuestras ideas; no podemos vivir de y con ideas improvisadas, y por supuesto, como la vida está llena de elecciones, una vez más tendremos que elegir bien cuáles serán esas ideas, porque no podemos andar por el mundo vagando y vagando entre ideas y más ideas, hay que tomar decisiones, y tomarlas ya…!


Por si piensan que les estoy hablando de realidades, nubes y humos que las personas crean cuando existen complejos por entornos socioeconómicos o eventos que a uno lo llenan de gloria, esa gloria imaginaria que lo que hace es engrandecernos y hacernos ver y creer cosas que no somos en realidad, pues no. Ese tema para otro día. De lo que estoy hablando es de la realidad que nos demuestra que la vida nos ha importado e importa muy poco. Pero, ¿por qué? Simple, porque no nos damos cuenta de que en verdad no respetamos la vida, desde lo más sencillo hasta lo más complejo.
¿Otra vez ese tonito altanero y arrogante? ¿Otra vez esa actitud beligerante, soberbia y auto-suficiente? Aunque nos duela reconocer esto, aunque suene cursi y repetitivo, es la verdad. Dentro de esa esfera, mucha gente hace miles de cosas espantosas, una más despreciable que la anterior. Pero claro, tenemos el descaro de reclamar a la gente que lo que realmente nos quiere hacer, no es fregarnos la paciencia, ni molestar nuestro día porque…en fin…, lo que realmente quiere es hacernos reaccionar y despertar de ese sueño profundo, uno tan profundo que ni siquiera nos percatamos que existen cosas por hacer y solucionar allí afuera pero a la vez dentro de esas esferas. Tal vez dirás: “¡Que se cree este chico, que puede venir a darnos lecciones a nosotros…Ja!”.
A ver… ese tonito para otro momento, ahora tengo muchas cosas en mente por hacer… ¿y tú?


Carlos Cruzalegui Castro.